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LA IMPORTANCIA DE UN HÁBITO DE LECTURA, PARA LA COMPRENSIÓN DE TEXTOS CIENTÍFICOS A NIVEL SUPERIOR

  • revistauinerscoaca
  • 26 oct 2020
  • 11 Min. de lectura

“La lectura no debe ser obligatoria. El placer no es obligatorio, el placer es algo buscado.” -Jorge Luis Borges-


Por: Mtra. Lizet Yoana García Sánchez



El Hábito de la Lectura a nivel Superior


De acuerdo con la UNESCO y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico han establecido (OCDE,2001) que la formación lectora de los individuos en el siglo XXI debería tener una participación efectiva en la sociedad de la información, que les demanda un conjunto de habilidades que les permitirá leer entre líneas reflexionando sobre los propósitos de los textos e interpretar el significado a partir de las estructuras y rasgos de los textos. La capacidad lectora de los nuevos ciudadanos de la era de la información, exige del desarrollo de nuevas habilidades para comprender e interpretar una amplia variedad de tipos de texto e información para aplicarla adecuadamente a su realidad en la resolución de los múltiples problemas que le plantea su entorno. (OCDE. 2001)

Me atrevo a decir que en la mayoría de las universidades, existe la problemática de que en todas las carreras carecen de la habilidad lectora, ya que solo reproducen la información, sin comprender de lo que habla el texto, por tal motivo se les complica entender los textos básicos de la carrera, también existe otro problema que va de la mano es el hábito, de acuerdo a la Real Academia Española, la palabra hábito proviene del latín habitus que significa modo especial de proceder o conducirse, adquirido por repetición, de actos iguales o semejantes u originado por tendencias instintivas.

Nuestros alumnos carecen de este, porque no les gusta leer, solo leen cuando un docente los obliga a leer un texto, pero por iniciativa propia no lo hacen.

Es sorprendente porque todas las carreras, se requiere que tenga gusto por la lectura, tener un pensamiento crítico y analítico, actualmente los universitarios les dan prioridad a otras cuestiones que tener un hábito de lectura. Esta palabra es muy importante, porque no habría necesidad de obligar a los alumnos a leer.

La lectura es uno de los procesos informativos, sociales e históricos más importantes que la Humanidad ha generado a partir del desarrollo del Lenguaje, como producto de la evolución y del trabajo, del idioma o lengua y del invento de la escritura, en su configuración como organización social civilizada. (Carvajal, L. 2013)



Para la lectura también existe otro complemento, que es la comprensión, ya que su objetivo de la lectura es la transferencia de una determinada información o conocimiento, contenido en un documento escrito a un lector o receptor de dicho documento. (Carvajal, L. 2013). Esto quiere decir que se da una asimilación de la información leída, en este caso son los textos que se requieren en cada carrera.


Para la lectura también existe otro complemento, que es la comprensión, ya que su objetivo de la lectura es la transferencia de una determinada información o conocimiento, contenido en un documento escrito a un lector o receptor de dicho documento. (Carvajal, L. 2013). Esto quiere decir que se da una asimilación de la información leída, en este caso son los textos que se requieren en cada carrera


Puntualizando más en la investigación en el contexto de la educación superior mexicana, la problemática lectora se hace presente también en una gran mayoría de los estudiantes universitarios mexicanos, así lo establece un estudio realizado por La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) con el objeto de conocer quiénes son y qué hacen los estudiantes en su tránsito por la educación superior en el nivel licenciatura, tanto dentro como fuera del espacio universitario. Esta reciente investigación nos muestra las siguientes conclusiones: El 70.1 % de los universitarios mexicanos dedica entre una y diez horas a la semana a la lectura de textos escolares. Dicho promedio semanal señala la ANUIES, resulta insuficiente para leer los textos necesarios que se incluyen en el currículum universitario y que requieren de un mínimo de lectura de 13 horas a la semana. En respaldo a esta aseveración, la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha señalado que cualquier estudiante universitario estándar necesita invertir 3 ½ horas al día a la lectura de textos para poder cumplir satisfactoriamente con sus tareas y responsabilidades académicas. (Serafín, 1998)



De acuerdo con esta información a este nivel ya son capaces de asimilar más fácil el conocimiento ya que de acuerdo a Jean Piaget, la asimilación es la integración de elementos exteriores a estructuras en evolución o ya acabadas de una evolución, pero necesita de una contrapartida que permita el cambio, la optimización de las cualidades adaptativas de las estructuras intelectuales. Este proceso complementario es la acomodación, por acomodación entendemos por la modificación que en mayor o menor grado se produce en las estructuras de conocimiento cuando las utilizamos para dar sentido a nuevos objetos y ámbitos de la realidad. (Piaget) Entonces podemos decir que todo alumno es capaz de entender una información, pero como ya lo había comentado en la actualidad los jóvenes no cuentan con las herramientas correctas para comprender los textos que se les proporcionan en las instituciones, ya que solo leen por cumplir para la obtención de una calificación, cuando se le pregunta solo reproduce párrafos, sin haberlo comprendido. Como lo menciona Paulo Freire sobre su obra de la importancia de leer, el aprendizaje de la lectura y la escritura no tendrá un aprendizaje real, si se hace a través de la repetición mecánica permanente de silabas. (Freire 2004), ya que los alumnos están acostumbrados a solo reproducir no comprender lo que están leyendo, por eso el autor menciona que debe cuestionar lo que lee, a esto le llama alfabetización.



Saber leer no es sólo poder decodificar un conjunto de grafías y pronunciarlas de manera correcta, sino que fundamentalmente, se trata de comprender aquello que se lee, es decir, ser capaz de reconstruir el significado global de un texto; esto implica identificar la idea principal que quiere comunicarnos el autor, el propósito que lo lleva a desarrollar dicho texto, la estructura que emplea, etc., podemos decir que implica una acción intelectual de alto grado de complejidad en la que él que lee elabora un significado del texto que contempla, el mismo que le dio el autor. La problemática que se tiene con los alumnos de la carrera de pedagogía es, que no hacen este proceso solo por ejemplo cuando se les pide una investigación previa, no asimilan la información de la tarea, ya que solo la transcriben y a la hora de preguntar del tema, solo leen y cuando se les cuestiona que expliquen qué quiso decir el autor, se quedan callados o dicen no sé, hay que recordar que la lectura es una actividad múltiple. Cuando leemos, y comprendemos lo que leemos, nuestro sistema cognitivo identifica las letras, realiza una transformación de letras en sonidos, construye una representación fonológica de las palabras, accede a los múltiples significados de ésta, selecciona un significado apropiado al contexto, asigna un valor sintáctico a cada palabra, construye el significado de la frase para elaborar el sentido global del texto y realiza inferencias basadas en el conocimiento del mundo. La mayoría de estos procesos ocurren sin que el lector sea consciente de ellos; éstos son muy veloces, pues la comprensión del texto tiene lugar casi al mismo tiempo que el lector desplaza su vista sobre las palabras.



Esta multiplicidad de procesos que se dan de manera simultánea no se desarrolla de forma espontánea y unívoca, sino que se va adquiriendo y construyendo, la mayoría de las veces, sin instrucción intencional. La educación formal en pocas ocasiones se encarga de enseñar la comprensión en la lectura, más bien la hace funcionar como demanda que se le plantea al estudiante, el deber "comprender" y el deber "entender". Porque solo en la educación básica se les enseña a leer y con la ayuda de los resúmenes, solo copian fragmentos del texto, por tal motivo no refuerzan esta habilidad, cuando llegan a nivel Universitario llegan con estas carencias, surgiendo a los alumnos grandes problemas porque no entienden los textos científicos que son propios de la carrera.

Este descuido en la formación de hábitos de lectura hace que frecuentemente nos encontremos con estudiantes que no comprenden lo que leen.

Ante esta problemática resulta vital promover en el estudiante habilidades de lectura, a través de lo que se denomina metacognición.



Metacognición se entiende como el proceso de almacenar y recuperar conocimientos será necesario adquirir habilidades y estrategias para identificar experiencias de recuerdo y olvido. Flavell, J. (1985)

John Flavell (1985) denomina a la metacognición como la “cognición acerca de la cognición”. Establece que el desarrollo de las habilidades metacognoscitivas desempeña un papel importante en muchos tipos de actividad cognoscitiva como: persuasión oral, comprensión lectora, la recepción, la atención, la solución de problemas y diversas formas de autocontrol (Flavell, 1985).


En la metacognición se distinguen claramente dos claves para regular la comprensión lectora: el conocimiento de la finalidad de la lectura (para qué se lee) y la autorregulación de la actividad mental para lograr ese objetivo (cómo se debe leer), la cual requiere controlar la actividad mental de una forma determinada y hacia una meta concreta. Ambos aspectos están íntimamente relacionados: el modo como se lee y se regula la actividad mental mientras se lee, está determinado por la finalidad que se busca al leer. No leemos un texto de la misma forma para pasar el tiempo que para explicar el contenido en una clase; ni se hace el mismo ejercicio mental si se lee para identificar y diferenciar las ideas principales de las secundarias, para buscar el mejor título de un texto, para deducir conclusiones o para hacer un juicio crítico del contenido del mismo. Este proceso pretendo que lo adoptes, para que poco a poco con la ayuda del hábito vayas asimilando la información que lees y la puedas comentar en clase.

Por tal motivo propongo algunas estrategias didácticas para que los alumnos de nivel superior mejoren en su comprensión lectora.



1.- PHOTO READING

Esta técnica de lectura creada por Paul Scheele, consiste en realizar una mirada general de la hoja a leer, de esta forma se identifican algunas palabras, textos y párrafos, este ejercicio se repite a través de varias hojas y los ojos van captando el contenido para obtener una idea general de en lo que consiste la lectura.

Vivimos en una época en la que compiten la falta de tiempo y el exceso de información. Para triunfar, tenemos que desarrollar habilidades nuevas para procesar la información, aprender y tomar decisiones Photoreading se basa en el dominio del mayor dispositivo de procesamiento de información del que dispone la humanidad: la mente humana”.

Con esta novedosa tecnología tú puedes:


• Leer y procesar información fácilmente con mayor entendimiento

• Disminuir el estrés

• Mejorar tu memoria

• Afinar tu concentración

• Incrementar tu productividad

• Tener más tiempo libre

• Disfrutar de la lectura

• Estudiar y aprender eficientemente

• Incrementar tu intuición


Paso 1: Preparación


El primer requisito para una lectura eficaz es tener un sentido claro del propósito. Es decir, hay que establecer de forma consciente qué es lo que buscamos al leer. ¿Quizá necesitemos un resumen de los puntos principales o averiguar cómo se soluciona un problema específico? ¿Tal vez tengamos que hacer una determinada tarea y lo que buscamos es sólo las ideas que nos ayuden a realizarla? El propósito actúa sobre la mente como una señal de radar y nos permite obtener los resultados que deseamos obtener.


Paso 2: Prelectura (o inspección previa)


Nuestro próximo paso es examinar el material. En esta etapa, nuestro objetivo no es entender el contenido detalladamente, sino captar su estructura. Con un libro, esto se puede lograr con un barrido visual de la cubierta, el índice, los glosarios, las solapas y cualquier parte del texto que resalte visualmente, como títulos, letras en negrita y en cursiva. La prelectura nos muestra el esqueleto del libro o artículo.


Paso 3: Fotoleer


El objetivo aquí es usar nuestros ojos de una manera nueva: en lugar de enfocar ada palabra, ablandamos los ojos para que nuestra visión periférica se expanda y, de esta forma, nuestro campo visual abarque la página entera. El estado de fotofoco crea una ventana mental y física que permite exponer directamente al cerebro los estímulos visuales entrantes. En este estado, fotografiamos mentalmente la página entera y la exponemos a la acción del procesador preconsciente de la mente. La exposición de cada página estimula una reacción neurológica directa. El cerebro lleva a cabo su función de reconocimiento de patrones sin la interferencia de los procesos de pensamiento crítico/lógicos de la mente consciente.


Paso 4: Activación


Durante la activación estimulamos al cerebro planteando preguntas a la mente y explorando las partes del texto que nos han atraído más. Es entonces cuando superleemos las partes más importantes por medio de un rápido barrido con la vista del centro de cada página o columna.


Paso 5: Lectura rápida


El paso final del sistema de PhotoReading con toda la mente está más relacionado con la lectura convencional y la lectura rápida. Al practicar la lectura rápida, sus ojos recorren rápidamente el texto desde el principio hasta el final. Usted dispone del tiempo que estime necesario y ajusta, cuando así lo desea, la velocidad de lectura en función de la complejidad, conocimiento previo del tema e importancia del material. La clave es la flexibilidad. ( Scheele, 1996)



2.- El subrayado como técnica de lectura


Subrayar palabras claves nos ayudará a organizar nuestra lectura y a recuperar conceptos importantes con sólo un golpe de vista. Sin embargo, si el texto que debes estudiar es muy largo, una buena idea es ir resaltando frases completas. Se trata de encontrar ideas centrales que nos permitan captar el significado fundamental cuando volvamos a leer el texto. De esta manera, podremos saltar los ejemplos y las digresiones, y ahorrar tiempo. (UEX, 2017)


3.- LECTURA SECUENCIAL


Este tipo de lectura es quizá la más común ya que se acopla al ritmo individual de cada lector, y se trata de leer un texto de principio a fin sin repeticiones u omisiones de palabras.

Esta técnica se beneficia con la repetición de la práctica de lectura y es una estrategia básica para todo lector, necesaria antes de entrar a técnicas más avanzadas.



4.- La lectura en voz alta


Hay personas que tienen una mayor capacidad de memoria visual, otras que recuerdan mejor por su memoria auditiva. Al recordar la definición de un concepto, ¿qué te resulta más fácil? ¿Imaginar el lugar de la página donde estaba explicado o recordar la voz del profesor cuando lo explicó en clase?

Sea como sea, la lectura en voz alta te servirá para trabajar con tus dos memorias, tanto la auditiva como la visual. Además, favorece una pronta incorporación y recuperación de contenidos. (Rodríguez)


5.-Participar con lo que lees


Hay quien lee un libro como si estuviera escuchando una conferencia. Leemos esas palabras que resuenan en nuestra mente como un monólogo de una persona. Entonces dejamos que el autor hable hasta que acaba de hablar (hemos acabado el libro), aunque probablemente no nos acordaremos dentro de un tiempo de lo que decía el autor.

En cambio, existe otro tipo de lector que más bien ve el libro como una conversación, con la finalidad de captar las ideas clave y recordarlas durante muchos años (probablemente para siempre).

Cuando participas activamente con el libro y resaltas las ideas claves, estás aumentando drásticamente tu capacidad de absorción de lectura. Es entonces cuando no sólo estás leyendo; ahora estás aprendiendo. (González, 2015)


Estas son algunas de las técnicas de lectura que propongo y que te ayudaran a mejorar la capacidad de comprensión lectora.

Por eso te invito, Tú, que leíste el artículo, nunca es tarde para que trabajes en tu hábito de lectura, tiene muchos beneficios.



REFERENCIAS


Anguera, M.T. (1997). “Metodología de la Observación en las Ciencias”. Madrid: Ediciones Cátedra, S.A.

Flavell, J. (1985) Metacognition and Cognitive Monitoring. A New Area of cognitive Developmental Inquiry, en American Psychologist. (pp. 705-712).

Freire. P. (2004) La importancia de leer y el proceso de liberación. México: Siglo XXI.

Gómez R., G., Flores G., J. Jiménez G., E. (1996) Metodología de la Investigación

J.A. Yuni; C.A. Urbano (2006). “Técnicas para investigar: recursos metodológicos para la preparación de proyectos de investigación”. Argentina: Editorial Brujas

OCDE. 2001. La medida de los conocimientos y destrezas de los alumnos: La evaluación de la lectura, las matemáticas y las ciencias en el proyecto PISA 2000. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Madrid. P. 18.

R. Hernández S., C. Fernández C., P. Baptista L., (1991). Observación. En Metodología de la investigación. México: McGraw Hill.

Serafín J. Mercado. 1998. La lectura de los estudiantes de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, medida con un instrumento integrado de velocidad, comprensión y habilidad gramatical. Los autores. México. P. 9

Carvajal, L. (2013) Que es la Lectura. Recuperado: 18 Marzo 2018. Web: http://www.lizardo-carvajal.com/que-es-la-lectura/

González, C. (2015). Técnicas de lecturas. Retomado: 19 Marzo 2018. Web: https://www.negocios1000.com/2015/07/6-tecnicas-de-lectura-que-cambiaran-tu-forma-leer-para-siempre.html


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